martes, 19 de octubre de 2010

La venganza del cordero atado


Camilo Blajaquis (seudónimo de César González), 21 años, escritor. Publicó su primer libro de poemas La venganza del cordero atado

–En un poema se lee que una psicóloga dijo que no podía ser escritor. ¿Fue así?

–“Y esa piña duele más que la del guardia”... puse en ese poema. Siempre recuerdo el día que escribí mi primer poema y se lo llevé a una psicóloga que tenía en el Instituto Belgrano. Lo había escrito la noche anterior después de leer una crónica de Arlt en Aguafuertes porteñas que me había gustado mucho. Seguramente estaría lleno de limitaciones; al principio escribía con rima, no podía escaparle a eso (risas). Había sentido un vómito que me daba libertad. Algo se había desatado, el candado se había quebrado cuando escribí ese poema. No es una figura menor el psicólogo dentro de la cárcel; es el juez cotidiano de tu vida. Yo le llevaba un poema que me había hecho sentir persona... Yo me odié mucho tiempo, pero llegó un momento en que ese odio lo transformaba en violencia o en poesía. La psicóloga dejó el papel a un costado y me dijo: “Muy lindo esto, pero cuando salgas tenés que trabajar. Vos cometiste un delito, tenés que resarcir a la sociedad y la única forma es que te rompas el lomo trabajando. Con esto –por el poema– no resarcís el daño. Esto puede ser muy lindo, un pasatiempo, pero tenés que trabajar. A ver si se te mete en la cabeza...”. Y no fue una mala experiencia como argumentan algunos psicólogos para que me quede tranquilo. ¡Las pelotas fue una mala experiencia! Tuve doce psicólogos diferentes y todos me dijeron lo mismo. Ninguno me leyó un poema. Yo necesitaba que alguien lo leyera, que me dijera: “Está feo, pero vas bien”. Era un acontecimiento para mí, pero me lo negaban, lo reprimían. Cuando se lo di a Patricio, me dijo: “¿Es la primera ves que escribís? Seguí, probá, no está nada mal”. Y me trajo libros de poesía. ¿Te das cuenta la función de uno y otro? Uno estaba para ayudar, los psicólogos para reprimir.


El resto de la entrevista la podés leer acá


miércoles, 13 de octubre de 2010

La ruleta de los personajes

Elegí una (y si te animás dos) de estas consignas y resolvela allá abajo, en los comentarios:

1.
Contá tu versión de Caperucita Roja en menos de 140 caracteres (los podés contar con el word)
Para inspirarte mirá estos ejemplos:

"¡Cómo que no está planchada la roja!, má...¿y ahora cómo hago para que me vea el lobo?"

“¡Es una clara muestra de la inseguridad de los bosques!”, grita una vecina de Caperucita frente a las cámaras de televisión.

"Cuando dio el primer corte, el leñador comprendió que el plan urdido por Caperucita para acabar con el terror había funcionado
"

(esta consigna la tomamos prestada de acá)

2.
Elegí alguno de estos personajes conocidos: Lulu Coquette, Sarita, el Laucha Benitez, el Vikingo, la tía Lila, la madre de Hanalei Bay. Escribí un relato corto -cortito, que entre en los comentarios- que lo tenga como protagonista y que tenga estas características:
-está escrito en primera persona
-el personaje está en un lugar raro para él, se siente extraño e incómodo, está "fuera de lugar".
-pueden elegir el género que quieran, pero el relato no tiene que ser cómico (o por lo menos no tiene que ser esa la intención).

3.
Completá la historia de cada uno de estos personajes con 2 versos que rimen entre sí (pero no con los otros)

Había un petiso muy suertudo
que además de petiso era orejudo
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Aquel petiso muy suertudo


Una señorita con serios problemas
gusta de hacerse repetidos enemas
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¡Claro que tiene serios problemas!


El tío de Roque tiene un Citroen
cuatro escopetas y un oboe
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Y a todas les gusta subir al Citroen