lunes, 10 de septiembre de 2012

La teoría del iceberg y el arte de inventar historias




En un cuento, pensaba Ernest Hemingway, lo más importante es lo que se omite, aquello que deliberadamente no se dice. La intensidad de un cuento depende en buena medida de esa parte oculta, sumergida bajo las aguas superficiales de la narración.

"Siempre intento escribir de acuerdo con el principio del iceberg. Hay nueve décimos del bloque de hielo bajo el agua por cada parte que se ve de él. Uno puede eliminar cualquier cosa que sepa y eso sólo fortalecerá el iceberg. Si un escritor omite algo, porque no lo sabe, habrá un agujero en su relato. El Viejo y el Mar podría haber tenido más de mil páginas, y dar cuenta de cada personaje, cómo vivían, cómo habían nacido,… No cuento ninguna de las historias que conozco sobre la aldea de pescadores. Pero este conocimiento es lo que constituye la parte sumergida del iceberg"


Ernest Hemingway y Jean Patchett en la casa del escritor en Cuba
 
El escritor argentino Ricardo Piglia formuló algunas ideas sobre el arte de escribir relatos que tienen alguna familiaridad con el principio del iceberg. Transcribimos abajo una de sus Tesis sobre el cuento:
"I
En uno de sus cuadernos de notas, Chejov registró esta anécdota: "Un hombre, en Montecarlo, va al casino, gana un millón, vuelve a casa, se suicida". La forma clásica del cuento está condensada en el núcleo de ese relato futuro y no escrito.
Contra lo previsible y convencional (jugar-perder-suicidarse), la intriga se plantea como una paradoja. La anécdota tiende a desvincular la historia del juego y la historia del suicidio. Esa escisión es clave para definir el carácter doble de la forma del cuento.
 
Primera tesis: un cuento siempre cuenta dos historias."

Pueden seguir leyendo las tesis en este link

domingo, 13 de mayo de 2012

La función del cuentista



La cebra cuentista


(Spencer Holst)

Hubo una vez un gato de Siam que pretendía ser un león y que chapurreaba el cebraico.
Este idioma es relinchado por la raza de caballos africanos rayas.
He aquí lo que sucede: una cebra inocente está caminando por la jungla y por el otro lado se aproxima el gatito; ambos se encuentran.
“¡Hola!- dice el gato siamés en cebraico pronunciado a la perfección-. Realmente es un lindo día, ¿No? ¡El sol brilla, los pájaros cantan, el mundo es hoy un hermoso lugar para vivir!”
La cebra se asombra tanto de escuchar a un gato siamés que habla como una cebra , que queda en condiciones de ser maniatada.
De modo que el gatito rápidamente la ata, la asesina y arrastra los despojos mejores a su guarida.
El gato cazó cebras con éxito durante muchos meses de esta manera, saboreando filete mignon de cebra cada noche, y con los mejores cueros de hizo corbatas de moño y cinturones anchos, a la moda de los decadentes príncipes de la Antigua Corte de Siam.
Empezó a vanagloriarse ante sus amigos de ser un león, y como prueba les ofrecía el hecho de que cazaba cebras. Los delicados hocicos de las cebras les advirtieron que en realidad no había león alguno en las cercanías. Las muertes de las cebras provocaron que muchas de éstas soslayaran la región. Supersticiosas, resolvieron que la selva estaba hechizada por el espíritu de un león.
Un día la cebra cuentista deambulaba por ahí, y en su mente se cruzaban argumentos de historias para divertir a las otras cebras, cuando repentinamente sus ojos se iluminaron y exclamó: “¡Eso es!¡Contaré la historia del gato siamés que aprende a hablar en nuestro idioma! ¡Qué historia! ¡Esto las hará reír!”
En este precioso momento apareció ante ella el gato siamés y le dijo: “¡Hola! ¡Qué lindo día es hoy! ¿No es cierto?”. La cebra cuentista no quedó en condiciones de ser atrapada al escuchar un gato que hablaba su idioma, porque había estado pensado justamente eso. Miró fijamente al gato, y sin saber por qué, hubo algo en su aspecto que no le gustó, de modo que le dio una coz y lo mató.
Tal es la función del cuentista.

En: El idioma de los gatos

martes, 1 de mayo de 2012

La batalla de los libros





Comparto un artículo muy interesante de Pablo Gentili sobre las nuevas formas de la lectura y algunos de los dilemas educativos que conlleva la digitalización de la cultura escrita.


"Hasta hace algunos años, la lucha por la democratización del conocimiento suponía una ecuación relativamente simple entre alfabetización funcional, habilidades en la capacidad de lectura y acceso a ciertos bienes simbólicos, como los libros. Aprender los rudimentos de la lengua y facilitar o socializar el acceso a los textos escritos eran identificados dos procesos confluentes e indivisibles. Se trataba de democratizar la palabra, multiplicando las bibliotecas y permitiendo que los más pobres dispongan de obras literarias y científicas en sus casas y sus escuelas. Un desafío que hoy permanece vigente y reafirma su urgencia, ante la deuda social que se acumula bajo un inventario de inequidades educativas que profundizan y amplían la exclusión de las grandes mayorías en Latinoamérica.
Sin embargo, hoy, la lucha por el derecho a la educación no puede limitarse a la aspiración por socializar el acceso a los saberes y conocimientos disponibles en la memoria impresa de la humanidad. Crear oportunidades para que los más pobres puedan apropiarse de las nuevas tecnologías y las nuevas formas de producción y circulación de saberes, constituye uno de los principales desafios para la democratización efectiva de nuestras sociedades."
Pueden leer el resto del artículo acá