miércoles, 16 de abril de 2014

¡Aléjate de mi satanás! (Una consigna sorpresa)


Nos preparamos para nuestra próxima clase en la que vamos a trabajar historias de espantos y aparecidos...



Por eso les pido que allá abajo, en los comentarios, cuenten la historia más espeluznante, terrorífica y siniestra que hayan escuchado, visto o leído (o vivido...)

Yo tengo una con la tabla ouija (el juego de la copa, en realidad) que voy a contar en su momento.

La invitación está hecha...



22 comentarios:

  1. Me acuerdo una vez que habíamos ido con un grupo de amigos a la casa de Fede y se les dio por jugar al juego de la copa, sinceramente no creo mucho en ese tipo de juegos, mas que nada porque conozco personas que si creen y jugar les parece una falta de respeto a los muertos, pero en fin. Eran las doce de la noche y la mamá de Fede ya se había ido a dormir, entonces Sebas propuso jugar al juego de la copa, a lo cual llevo la preparación del tablero con todas sus letras y algunas palabras. Para comenzar apoyamos todos los dedos índices, muy suavemente sobre la copa dada vuelta y estaba en el centro de este tablero. Luego una de las chicas que no recuerdo el nombre, empezó a preguntar si había espíritus.A lo cual la copa comenzó a moverse. Al principio yo empece a decir que la copa la estaba moviendo Sebas con su dedo, luego se armo un griterío por eso. Hasta que las luces de la cocina comenzaron a titilar, cada vez que, esta chica que no recuerdo el nombre, preguntaba cosas. La copa dejó de tener sentido en el juego y estábamos todos mirando el foquito de luz, hasta que en un momento se reventó de golpe. Y no se había chocado contra ninguna pared, nada. A lo cual yo decidí dejar de jugar. La mamá de Fede se levanto asustada, porque el grito que pegamos de susto lo deben haber escuchado hasta los vecinos. La perra de Fede también estaba como loca y no paraba de ladrar. Obviamente como toda mamá, nos retaron y desarmo todo el juego, tiro las letras a la basura, y guardo la copa. Desde ese día ya no juego más y quizás es porque después de todo lo que sucedió me sirvió, para darme cuenta que no es juego solo para divertirse, sino como otros amigos decían que es una falta de respeto a la gente ya fallecida.

    Bueno esta fue mi historia que no se si es de terror, pero a mi en su momento me asusto bastante.

    Saludos nos vemos en clase.

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  2. ¡Qué bien Iara, la primera valiente! Historia escalofriante en serio...

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  3. Hola ! Soy Dalma la Oyente nueva . Tengo que pensarlo , en un día cuento algo . Es que soy más de la fantasía , y me tapo los oídos en las pelis de terror jeje Suelo borrar de mi mente las cosas que me dan miedo. En un día reviso mi biblioteca de recuerdos y les cuento !

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  4. Toda mi vida fui a la colonia. Yo iba a un colegio religioso y durante las vacaciones de verano, estaba la posibilidad de participar de la Colonia de Vacaciones que ahí se armaba.
    Durante los meses de Enero y Febrero, a mediados, se planificaba el campamento, y todos lo esperábamos muy ansiosos porque era el momento de pasar la noche fuera de casa, y que mejor, que con amigos.
    Recuerdo que tenía unos 10/11 años.
    Llega el campamento y durante el día la pasamos genial. Jugamos, hicimos deportes, y disfrutamos doble turno de pileta.
    Cenamos.
    Llega la hora en la que el profe nos dijo "Vayan al baño a higienizarse, a lavarse los dientes".
    Eso era lo que más nos gustaba del campa, cuando nos daban la chance de trasladarnos solos por el lugar.
    La puerta de entrada al baño daba a una galería que comunicaba al patio exterior del colegio, super grande. Atravesando el baño, justo en frente, había otra salida, que daba a la parte interna, donde estaban las aulas. Se veía todo oscuro, poco iluminado, ya que no había movimiento por esos lados del cole.
    Una de las chicas preguntó si nos animábamos a mirar qué es lo que había del otro lado. Si bien lo conocíamos de memoria, no era lo mismo mirarlo de día que de noche, y menos solas.
    Cuando nos asomamos, con mucho miedito, al fondo, bien al fondo del pasillo, había una Virgen iluminada. No era muy lindo verla.
    Asustadas nos volvimos a meter al baño. Gritando. Nos lavamos los dientes sin decir nada, hasta que otra compañera, la cual antes no se había asomado, quiso ver qué es lo que tanto susto nos había dado.
    Obviamente, volvimos a asomarnos todas. Casi como sacando las cabezas de una forma muuuy lenta, miramos por la puerta. La Virgen que antes se encontraba a unos 50 mts, iluminada, y super chiquita, ahora la vimos a unos 20 mts más adelante, super grande, y muchisimo más iluminada.
    Nos volvimos a meter al baño sumamente horrorizadas. Una de las chicas lloraba. Hasta que entro una de las profes a calmarnos un poco.
    Tuvimos que prender las luces de medio colegio para volver a estar tranquilas.
    Esa noche, en el fogón, no hubieron historias de terror. Y por supuesto, no pegamos un ojo.

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  5. Esta es una historia real. Le pasó al amigo de un amigo.
    Cuenta la historia que el cuento "El almohadón de plumas" de Horacio Quiroga es real. Verdaderamente real. Y que le pasó a la prima del amigo de un amigo. Que lo que sea que tiene el almohadón, estuvo presente también en el almohadón de dicha persona. Que no era tan grande como el del cuento, pero que era igualito igualito... y horrible!

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    1. Adjunto, aquí, un link con dicho cuento, y que vivan los almohadones de goma espuma!

      http://lieber.com.ar/quiroga/elalmohadondepluma.html

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    2. distancia considerable x el intenso calor, y en un momento determinado,comenzaba con un silbido y se dice que es un alma que anda rondando el lugar, y si le contestabas del otro lado habìa respuesta, asì que cuando mi mamà nos pedìa algo para ir a buscar a la casa, no me movìa de su lado x el miedo que tenìa encontrarme en el camino o que me silbara

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  6. Romina Rodriguez23/4/14, 10:21

    Desde chica, en mi pueblo me llamo la atención una casa vieja, que es de principio de siglo pasado, o fines del anterior, por la forma de la casa claramente es de cuando recién se empezaba a habitar Lincoln. Resulta que esta casa que siempre que la vi estaba cerrada, nunca vi nadie ahí, a pesar que tenía un jardín al frente muy cuidado, tampoco vi las ventanas ni las puertas abiertas... Me intrigaba mucho, pero nunca encontré a quien preguntarle sobre la casa.
    Un día, ya siendo yo una adolecente, conocí a un chico que vivía a media cuadra de esa casa, y obviamente le pregunte.
    Lo que tenían para responderme no me tranquilizo para nada…
    La casa según me dijo, estaba habitada, había gente que vivía ahí, aunque él no los conocía. Pero lo más interesante venia después, cuando me conto, lo que le habían dicho acerca de la casa, de lo que pasaba ahí…
    Me quede atenta escuchando, mientras empezaba a contarme.
    “En esa casa, hace mucho tiempo, vivía otra gente, que creo que ya está muerta y esa gente, tenía en el sótano de la casa, chicos encadenados, haciéndolos trabajar, no sabemos bien en qué. Pero lo que si se sabe, que la gente ha contado, es que esos chicos lloraban todo el día, y arrastraban las cadenas, que se escuchaban desde el interior de la casa.
    El tema es que nunca nadie hizo nada por esos chicos, de los que después, al igual que de los dueños de la casa, nunca se supo mas nada.
    Lo que si se sabe, es que todavía hoy si estas en la casa, se escuchan las cadenas como se arrastran por el piso…”
    Obviamente, no puedo afirmar esto, ni refutarlo. Jamás me anime a acercarme a la casa, y de hecho cuando me toca pasar por esa calle, paso por la vereda de enfrente, sinceramente, prefiero quedarme con la intriga…

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  7. Lucia Sol Passadore24/4/14, 11:43

    No recuerdo algo espeluznante pero si recuerdo algo que me llamo la atencion cuando era pequeña.
    Estaba en la casa de una amiga charlando de cosas que nos daban miedo o asombro , apariciones , objetos que se mueven etc... , entonces llega la hora de dormir y cuando apagamos las luces en la puerta del placard se reflejaban tres luces brillantes de color verde , azul , y roja . Al dia siguienete le conte que me habia parecido ver esas luces y que no le dije nada para no asustarla , ella sonriendo me dijo que tambien las habia visto pero que desaparecieron muy rapido.

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  8. Julieta Giordano24/4/14, 13:26

    Mi historia no es mía, porque desde siempre fui bastante miedosa y nunca me gustó mucho molestar a los muertos que todavía andan dando vueltas por acá. Pero esta historia también es jugando al famoso "juego de la copa".
    Un grupo de amigos de no más de 12 años se juntó un día en una casa en donde al parecer no había ningún padre. Llegada la noche, decidieron jugar al juego de la copa. Prepararon todo, se sentaron en ronda, atenuaron las luces y comenzaron a hacer preguntas. Casi cuando estaban a punto de abandonar, la copa se movió. Ésta fue de letra en letra deletreando un nombre. Cuando terminó una de las chicas que estaba jugando se largó a llorar y empezó a gritar que era así como la llamaba el abuelo, que había fallecido hace poco. Lo más curioso era que ese apodo era algo así como un código que tenían, no lo sabía todo el mundo. Pánico en la sala. Desesperados intentaron salir del juego, pero cada vez que preguntaban si podían sacar los dedos la copa iba al "no". Después de varios intentos, decidieron que los iban a sacar igual, pero todos al mismo tiempo. A la cuenta de tres todos se alejaron de la mesa,e instantáneamente, la copa se rompió. Asustadisimos, todos salen del lugar donde estaban y se van a un cuarto. Ya en la habitación, empieza a sonar un celular. Era el de la chica que lloraba. Como no llegó a atender, le dejaron un mensaje de voz de un número desconocido. Se pone a escucharlo, y al principio era todo ruido, pero de pronto éste cesó y se escuchó la voz de su abuelo llamandola por el apodo.
    Creer o reventar, yo desde que me contaron esa historia no juego más a la copa..

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  9. Anto Pastorino24/4/14, 16:49

    Chicos comparto un cuento que narró mi hermana en un cumple mío cuando era chica y me quedó grabado del susto que nos dió! Espero que lo disfruten! Se llama Manos es de Elsa Borneman
    http://construccionciudadanaesb11.blogspot.com.ar/2009/06/manos-cuento-del-libro-socorro-de-elsa.html?m=1

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  10. Sinceramente no me gusta nada que esté relacionado a los fantasmas, espíritus y otras hierbas que andan por ahí. Pero recuerdo reuniones que teníamos con mis amigos del barrio en mi adolescencia. En el verano, todas las noches nos reuníamos alrededor de diez chicos y chicas de la cuadra y jugábamos a la escondida, al fútbol, a la mancha o algún otro juego. Pero había noches en las que no teníamos ganas de jugar y nos sentábamos en la vereda a contar "historias de terror", que supuestamente eran verdaderas. Obviamente, yo odiaba esas noches.
    No sé cómo, pero siempre aparecían historias nuevas y aunque sabía que todos inventaban, esas noches yo no podía dormir porque pensaba que alguien estaba abajo de mi cama o mirándome por la ventana.
    Recuerdo una historia de una casa abandonada que hay en el campo de Gualeguay, en la que por las noches se escuchan cadenas, gritos y ladridos de un perro. Cuenta la leyenda que allí vivía una persona que fue encadenada y asesinada, su espíritu no fue “liberado” y quedo en esa vieja casona. Cada vez que alguien pasa por allí se escucha los gritos de auxilio de esa persona.
    En realidad esta fue la historia que fue contada con tanto suspenso, que hasta el día de hoy la recuerdo.

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  11. Esa soy yo! Ivana Peralta, jaja

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  12. Mathias M.24/4/14, 22:55

    Un relato terrorífico que recuerdo, fue el del portero del edificio en que viven mis abuelos. Juan, cuida el edificio hace mas de 30 años todas las noches de lunes a viernes. siempre que visito a mis abuelos, hablo un rato con él, muchas veces esperando a que llegue mi papá, quien a menudo se suma a charlar un rato. No me acuerdo como habia salido el tema, pero hace unos meses (no recuerdo cual exactamente) nos comentó que el año pasado habia escuchado unas veces que abrían y cerraban la puerta del ascensor. Él por la cámara de seguridad tiene visión a todo el pasillo y dice que no vió a nadie.Juan respondio que mientras no se metan con él, ni se le aparezca algo cerca, esta todo bien. Mi papá le respondio que puede que sea un alma en pena ya que cuatro personas habian muerto ese año, y quizas el alma de alguna, su energia, quedo centrada en su vida cotidiana. Despues le bromeó con que es un señor que se la pasaba caminando dentro del hall, ya que tenia miedo de salir a la noche.Quedo medio entre risas, y un clima de "anda a saber" la cosa, porque ninguno sabia ya que decir...Hasta el dia de hoy no le pregunte si paso algo nuevamente.

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  13. Lau Ramos25/4/14, 9:24

    Mi historia también es con Manos, y el tema es que desde bastaaaaaaaante pequeña fui bastaaaaaaaaaaante miedosa, así que cuando en la escuela nos pidieron que leyera ese cuento, no lo disfruté mucho, pero al mismo tiempo quedó grabado en mi memoria (y creo que de hecho por eso no recuerdo los otros cuentos que leí de ese libro, sólo "Cuando los santos vienen marchando", y de nombre!). El cuento hablaba de una casa grande, unos niños, lluvia y corte de luz. A la hora de dormir, como estos niños tenían miedo por la tormenta, decidieron tomarse de las manos para darse valor, y así pudieron dormir tranquilos. A la mañana siguiente, cuando los adultos les preguntaron si habían podido dormir tranquilos, ellos les contaron del método que habían encontrado, y decidieron mostrárselo. Fueron todes a la habitación donde habían dormido, y se acostaron tal como lo habían hecho la noche anterior, pero sus manos no se tocaban en absoluto!! Había un gran espacio vacío entre las manos, y se dieron cuenta de que, muchas veces, las tormentas no asustan sólo a los vivos....

    ¿Qué me pasó a mí con esto....? Que después de leer ese cuento, y por mucho tiempo, aparentemente las Manos encontraban en mí una compañía en noches de tormenta, porque podía sentirlas, entre sueños, agarradas de las mías. Aún hoy, cuando tengo mucho frío, por momentos las siento.

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  14. andres medina25/4/14, 10:04

    ....años 80', llegaba el mediodia, mientras esperaba la comida miraba en la tv un programa llamado "aunque usted no lo crea" conducido por un tipo que daba cierto miedo en sus relatos y su aspecto mucho misterioso, yo tenia unos 4 años, nos disponiamos a almorzar y me quedaba pensando en lo interesante del programa pero me daba cierto miedo que producia escuchar los relatos de aquel conductor llamado Jack Palance, luego de almorzar mi mama decia bueno ahora hay que dormir la siesta, y yo me quejaba y no queria saber nada, mi mama media enojada -dale a dormir la siesta por que si no va a venir el hombre de la bolsa que anda a la hora de la siesta y se lleva a los chicos que no duermen la siesta- ufff aca si me invadia un miedo mas fuerte yo asociaba a que jack palance era el hombre de la bolsa que iba aparecer encapuchado y con una bolsa, buscando chicos que no dormian su siesta...... hoy mi siesta es sagrada....
    les dejo el ling del programa. asi duermen la siesta. http://www.youtube.com/watch?v=WSDrlSHpd84

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  15. verónica Nina
    Esta historia me la contaba mi tío que siempre nos contaba historias de duendes, diablos y almas. Como era muy chiquita me daba miedo… es que a todos mis primos y amigos se les apareció alguna de estos.
    Iba cabalgando a Los Huaicos (un pueblo de Jujuy) atravesando el campo, un gaucho, uno de esos que siempre anda con su facón, boleadoras, cuchillo, siempre preparado para cualquier acontecimiento.
    Pero esta vez el gaucho encontraría un bulto que lloraba, creyó que era un animal, pero cuando lo levanto y observó mejor, se dio cuenta que era un bebé, en ese momento le dio mucha pena lo sucedido.
    Tomo en sus brazos al bebé, subió al caballo y continuo cabalgando hacia Los huaicos, mientras iba por el camino pensaba, quién habrá abandonado al bebé, quién podría ser tan malvado… mientras avanzaba sentía que el bebé pesaba cada vez más. Paró y volvió a mirar al bebé, observó que era una criatura horrible que iba creciendo y haciéndose más fea. Paró arrojo al bebé del caballo y él también bajo, al darse cuenta que era el mismo diablo a quien había levantado del camino corrió hacia un árbol para esconderse, pero el diablo lo perseguía y al ver que quería llevárselo trepo desesperadamente al árbol huyendo del demonio.
    Fue tal el miedo que tuvo que el gaucho no pudo sacar ni su navaja y en ese momento se hizo caca… el demonio al ver esto salió huyendo por el mismo camino.

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  16. Franco, el del cachete inflado

    “Me despertaba en la noche y lo escuchaba. Era un silencio distinto, una sensación extraña. Algo llamaba, y sentía en lo más profundo que me atraía, que me buscaba. Mi mente intentaba dar forma a aquello que nunca había visto y presentía, siempre de maneras distintas. Pero lo único real era esa sensación, ese vacío que jalaba… y lo que siempre ocurría después.
    Mi cuerpo se elevaba suavemente y comenzaba a deslizarse hacia afuera, la almohada no me sostenía. Me llevaba fuera del cuarto. Algunas noches con suerte lograba aferrarme al marco de la puerta, o a algún placar del pasillo. Pero cada vez me llevaba con más fuerza y más rápido. Mi miedo aumentaba. Manoteaba en el aire, como si nadara, intentando ir en dirección contraria, pero era inútil, aquello era más fuerte. En el living, las sillas, la mesa, todo se arrastraba conmigo si intentaba sujetarme. Ya no podía hacer nada, me inundaba el terror y el pánico. Cada vez estaba más cerca de la cocina y en ella... el balcón “
    Era un sueño recurrente que tenía cuando era chico, algunas veces me despertaba antes, y pocas llegué a la cocina, supongo que el miedo me despertaba.
    Vale decir que tengo hambre y que me está dando mucha “cosa” ir a la cocina

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  17. Hacia los años 60', por el pueblo litoraleño de Colonia Carlos Pellegrini, en la Provincia de Corrientes, todas las tardes después de comer se tomaba la siesta. Hora sagrada para toda la familia, salvo para una niña llamada Itatí. Una vez que todos se dormían, se deslizaba lentamente de su cama y comenzaba el silencioso y complicado escape. Caminaba a hurtadillas por el gran dormitorio, para que ninguno de sus tíos ni su hermano se despertaran. Luego, debía atravesar el dormitorio de la abuela, sin hacer el menor ruido o la descubriría. Una vez que pasaba estos dos lugares, atravesaba la casa lo más veloz y silenciosamente que podía, corría por el largo pasillo que la conducía hacia la puerta de salida y una vez que lograba cruzarla, se iba a encontrar con su amiga y vecina para ir a jugar en el campo, aprovechando la soledad de la tarde.
    Así disfrutaba de las tardes en buena compañía, aunque siempre alertas, ya que se decía que a esa hora se dormía la siesta porque andaba el Dueño del Sol, quien solía llevarse a los niños que encontraba por ahí por desobedecer en la casa.
    Una tarde, luego de que todos se hubieran dormido, Itatí realizó su escape diario. Pasó los dormitorios, atravesó la casa, cruzó corriendo el pasillo, y al abrir la puerta, allí estaba, parado frente a ella, el Dueño del Sol. Un hombre alto, con sombrero de ala y una capa oscura, larga hasta los pies. Se quedó boquiabierta, helada del susto. Le temblaba todo el cuerpo, se le estremecía el alma, sin poder reaccionar, no podía mover un solo músculo de su cuerpo. El miedo la había invadido. Hasta que de pronto, el Dueño del Sol dijo algo, con una voz grave y áspera, y sin lograr entender cómo, pudo moverse para cerrar de un golpe la puerta y salir corriendo. Sus pies casi no tocaban el suelo.
    Esa tarde no salió a jugar con su vecina.
    Es el día de hoy que mi madre no sabe si fue alguna broma que le hicieron sus tíos o qué fue lo que sucedió. Nunca se animó a preguntar porque en su momento podría haber recibido un castigo por escaparse en la hora de la siesta, y por miedo a que le respondieran que nadie de ellos había sido.

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  18. La historia más espeluznante que leí fue de Elsa Bornemann

    https://www.youtube.com/watch?v=-8QiYFjfUl4&hd=1

    No pude dormir por varios días, de verdad, al margen de que soy muy miedosa!

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    1. Después de hacer este comentario vi los del resto y me di cuenta que ya lo habian puesto!!!! jajajaja

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  19. Una noche, estaba durmiendo en mi habitación cuando de pronto comienzo a escuchar voces y gritos de la habitación vecina. Era mi hermana Paula, que luego de un rato apareció en frente mío con una cara transformada por el susto diciéndome "Yaima, Yaima, tenés que venir, ayudame vení". Al encontrarme en un estado de ensueño no entendía muy bien que le sucedía a Paula, pero la acompañé hasta su pieza.
    Señalándome el marco de la puerta que se encontraba justo en frente de su cama me dice: "¿no ves eso Yaima?", "no Pau, no veo nada", un tanto enojada e insistente "¿cómo que no? ¿no ves al hombre que está ahí?". Intento observar con mayor detenimiento, repentinamente, comienza a suceder algo totalmente extraño, diviso una sombra, una figura.
    “Aaaay, si Pau, estoy viendo el hombro de un hombre, ¿es oscuro, no?” “si, si” me dice Pau, “¡y alto!”, “si si es muy alto”. Esa noche por la parálisis del miedo le dije a mi hermana que me quedaría a dormir en su habitación.
    Más tarde, entre risas y burlas Paula me dijo que era un chiste por el día de los inocentes
    Pero en conclusión, nunca sabré que vi yo esa noche. ¿Habrá sido la sugestión del momento? ¿las sombras que siempre se dibujan en las habitaciones? ¿O realmente vislumbré a alguien en aquel día de los inocentes? Puedo sacar muchas hipótesis, pero nunca tendré una respuesta certera.

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