miércoles, 29 de mayo de 2013

Fotos que esconden historias (como icebergs). Otra consigna sorpresa


¿Qué historia cuentan estas fotos? ¿Quiénes son esos personajes? ¿Cómo llegaron a esa situación?

Escribí allá abajo, en los comentarios, un relato breve o no tan breve a partir de UNA de estas fotos

(Y no te olvides de ponerle título...)





Las fotos las sacamos de acá:
http://www.flickr.com/photos/mrmay/8648191406
http://www.flickr.com/photos/josetxusilgo/8503679452
http://www.flickr.com/photos/mcsnowhammer/8729971429/

15 comentarios:

  1. Florencia Addala30/5/13, 10:58

    Cuanto te quise

    Nos fuimos a brasil de vacaciones. Uno de los primeros días decidimos salir a recorrer y como el día estaba medio inestable decidimos llevar los paraguas. Fernando propuso que nos tomáramos un colectivo y fuéramos a la playa. En el medio del trayecto, el colectivo tiene un pequeño desperfecto. Tuvimos que esperar en el medio de la autopista hasta que nos asistieran. En la espera vimos como las grandes nubes negras comenzaban a cubrir todo el cielo. Se levantó un fuerte viento y comenzó a lloviznar, todos los que estaban a nuestro alrededor comenzaron a abrir sus paraguas. Mientras mis amigos hablaban de futbol, yo observaba atentamente a una persona en particular. Se había cubierto con el paraguas para pretejerse del viento, del agua y de una posible granizada. Era muy gracioso verlo como maniobraba ese paraguas.
    Paso la tormenta y todos comenzaron a descubrirse, menos esa persona. Me acerque para decirle que la tormenta había finalizado. Le toqué el hombro, volteó, me miró y no dijo absolutamente nada, era un hombre muy viejo. Se levantó, cerró el paraguas y se fue caminando. Se iba lentamente, lo observe y me volví. Lo volví a observar y descubrí que iba de la mano con un niño vestido igual que él.
    Cada vez que llueve pienso si el viejo lo que hacía era proteger al niño.

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  2. Pedro Di Fabio Rocca30/5/13, 14:39

    Todo trata sobre el fútbol

    Nene: "Pan"
    King Kong: "Queso"

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  3. Con alma de artista

    El reconocido deportista Mario Del Campo no tuvo mas remedio que vercelas con su inseparable amigo Lucas. Otro loco de las alturas.
    Sin saber como decirselo , ni con nada mas en mente fue a su casa a primer hora del 28 de julio del 1983. Al entrar Lucas andaba acompañado de "una compañera de la vida" que hacia mucho no veia, como el solia decirle a esas.
    Del Campo: Sin vueltas y con vos fuerte y segura dice, Lucas tenemos que hacerlo de nuevo!! Ya no aguanto mas...
    Lucas: My amigo!, Tranquilo, te presento a Julia la mejor navegante que tenga esta tierra.
    Julia: Buen, si algo anduve por alta mar. En que puedo ayudarte ?
    Del Campo: Tengo que volver a probar ese salto que solo el aire te sostiene . Necesito sacarme una duda en algo que no me deja dormir.
    Julia: mmm te entiendo. Me ha pasado ya . Digo la sensacion de querer volar. Aunque no si de la misma manera que a vos. Son cosas que pasan no mas.
    Y asi con esa charla y unos buenos anzuelos partieron a navegar y sentir que vuelan por ultima vez .
    Sofia.

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  4. JUAN ARAZI30/5/13, 16:41

    El Monstruo del Parque Central.

    Aun los oigo pasando por aquí. Tal vez no sepan que sigo oculto. Pero los oigo pasar por encima del puente, y tiemblo. No puedo explicar que me llevó a dejar atrás a quienes venían con migo. Mi curiosidad, mi deseo de descubrir un mundo nuevo, tal vez mi instinto, me llevaron a tomar otro camino. Después de horas de caminar, y ansiando dar con algún ser que me auxiliase, unos murmullos me hicieron tomar por aquella dirección. Al emerger de entre la vegetación lo vi. Por unos instantes quedamos estáticos, paralizados uno frente a otro. Y repentinamente sucedió. El pequeño ser empezó a emitir agudos alaridos, de sus ojos comenzó a brotar agua, mientras me miraba fijamente, todo el cuerpo en tensión, sus aullidos llenando el espacio y las secreciones de ojos y nariz que no paraban de brotar. Fue espantoso. Aterrador. Corrí cuanto mis cuatro extremidades me lo permitieron y me oculté hasta que el peligro pasara. Y aún sigo aquí. Los oigo pasar y rezo porque ellos no me descubran. Tan solo pensar vivir una situación similar me hace temblar…

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  5. Karina Senra30/5/13, 20:12


    Otra madrugada de sábado como cualquier otra, Braian y sus amigos están listos para emprender la aventura. Preparan sus cosas y se suben al auto para ir hacia la costa. Pero habia algo distinto, en este sabado igual a cualquier otro, algo se sentia diferente, algo que Braian no podia entender todavia... Una vez ya cerca del agua, él comienza a escuchar voces, voces de las cuales no podía comprender lo que decían. Muy asustado, piensa que son sus amigos los que le quieren jugar una mala pasada, pero despues de un rato, se da cuenta de que ellos nada tenian que ver. Los sonidos provenian del fondo del mar, no habia duda alguna.
    Ya lejos de la costa, inmersos en el mar, y con un unico objetivo en común, el de pescar y distraerse de los problemas de la vida misma, los sonidos que Braian escuchaba cada vez se hacian mas claros. No pudia comprender exactamente lo que decian, pero sabia que alguien le estaba hablando y que necesitaba poder de una vez por todas entender lo que pasaba. Pero de repente, el mar se empezó a enfurecer y las olas comenzaron a crecer. El bote no paraba de moverse, y las voces se hacian cada vez mas insoportables. Empezaron a querer volver hacia la costa, pero no habia caso, la marea los retenia y cada vez se enfurecia mas. EL bote comenzó a mecerse de un lado al otro. De un lado al otro... Y sin poder predecirlo, dio un giro inesperado y todos salieron despedidos hacia las frias y tenebrosas aguas. Braian oia ahora no mas las voces extrañas, sino las voces de sus amigos pidiendo desconsoladamente ayuda. Pero sabia que eran gritos de ayuda no por entender las palabras, sino por la forma desgarradora en la que gritaban. Y fue allí donde la magia surgió efecto. Cuando creyó que ya se ahogaba, pudo empezar a respirar bajo el agua, y fue entonces cuando aquellos sonidos tan extraños que habia escuchado durante todo el dia, empezaron a volverse palabras. Ya nunca mas volveria con sus amigos, ya nunca mas podria pisar la costa. Habia vuelto a nacer, pero esta vez, bajo el mar.

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  6. Es que yo simplemente paseaba por la reserva, por los caminos indicados, intentando reconocer alguno de los pajarillos que mostraban las fotografías de la fauna local. Si el animal mas grande que uno ansiaba ver allí era una nutria! que me iba a imaginar yo que semejante mounstrosidad se me iba a aparecer en frente, esa mañana fría de martes, en la que solo yo andaba por ahí.
    Pasaron muchos años hasta que alguien se atrevió a dar a conocer esta foto y salió a la luz todo esto de las experimentaciones con animales. Tantos años, en los que aprendí a callarme cansado de que me tomen por loco….

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  7. Cuando ya no amas más.

    Esta en frente de mi, todo tupido, no sé si era borroso el entorno o él. Quizás el miedo no me dejaba ver nada claro.Gritos de la selva se yerguen y retumban en mi corazón, ¿en qué momento creí que un gorila podía ser un entendedor?...siento la verdad ya no velada por mi ceguera, veo al fin lo que era él. Y me siento diminuta. Corro o me paralizo, este es el momento crucial.

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  8. Fondo de ojo. (nn)

    Tengo algunas imágenes dando vuelta en mi retina, son recurrentes. Se disparan cada vez que miro por la ventana.
    Recuerdo una tarde de verano, hace muchos años...pero muchos, cuando le dije a mi mamá que quería aprovechar el sol y que iba con unos amigos a la playa.
    Mamá no quería porque decía que iba a llover, porque le dolían los juanetes. El sol reventaba en el cielo. "estos viejos", pensé, "¡ya no saben qué inventar para no dejarme salir!"
    Además, como ella sabía que a mi me gustan los deportes de riesgo iba a hacer cualquier cosa para disuadirme.
    Finalmente tuve que negociar con ella y le prometí que no iba a ir a la playa, que iríamos al zoológico.
    Bueno, pude salir. El punto de encuentro con los chicos era una cafetería del centro. Cuando llegué, ya habían llegado algunos y cuando estuvimos todos, les comenté que no me dejaban ir a la playa y que prometí ir al zoológico y les pregunté si me bancaban.
    -"Por supuesto", dijeron mis amigos, "además, tenemos que ir a ver la réplica de King Kong".
    -"¡Son de fierro!".
    Terminamos el café y cuando estábamos por salir, el cielo se puso negro y se largó una tormenta como nunca, con un viento terrible que doblaba los paraguas ¡y los retorcía!
    El diablo sabe por diablo, ¡pero más sabe por viejo!

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  9. Sé volar (nn)

    Sed o no sed, sólo sé que ¡no sé nadaaaaar!

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  10. El Rescate Inesperado

    Lo vi. "Ahora o nunca" pensé. Entre las aguas, agitadas, lo vi. No lo dudé. Tomé carrera y salté. Nunca imaginé qué era lo que realmente iba a encontrar.

    Gabi Domatto Conti.

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  11. Fusión

    En el medio del mar se encontraba él atado a una soga, que a su vez esta estaria atada a quien sabe que. En esa playa no se avistaban ballenas, se avistaban Robustianos,se avistaba a Robustiano. Nadie sabía como había llegado ahí, lo unico que si se sabía era que ; el mayor espectaculo que una persona podía ver era a ese hombre danzando en las aguas.

    virna

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  12. Laura Capeletti31/5/13, 13:16

    Otro día en Buenos Aires

    Como estaba anunciado... el clima estaba cambiando... tormentas atroces nos esperaban seguidas de soles plenos y gigantes... sería este el verdadero fin?...

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  13. Mi primer clase de esquí náutico
    Instructor -Buen día soy José. Bienvenido al club Regatas del Dorado, está hermoso para ir al agua ¿no?
    El día anterior había ido a una fiesta. Estaba un poco cansado, agua mineral en mano y un poco de dolor de cabeza. Todavía bostezaba.
    Yo - Si seguro, espectacular
    Instructor – Bueno estas son las instrucciones. Tenés que agarrarte fuerte de esta manija, el traje que tenés que usar. Allá están los vestuarios y la tabla es esta, es muy importante que…
    Yo- (pensando) quién me manda a venir un sábado tan temprano hasta acá, cuando tendría que estar durmiendo. Uh mirá ese de allá, es un crack. No debe ser difícil. Miralo a ese viejo, si él se sube me puedo subir yo, olvidate. Bueno, son dos horitas nomás. Después sigo durmiendo. Uf el hambre de la muerte tengo. ¿Esto me entra a mi? Ah mirá se estira un toque. Hola hola, mirá esa morocha. Si vení que nos subimos juntos…
    Instructor- … y después venís para acá y arrancamos. ¿Listo?
    Yo – Todo claro. ¿El vestuario allá no?
    Instructor – No, allá
    Yo – Sí, ya sé, era un chiste.
    Fui al vestuario, dejé las cosas en el locker y volví con el instructor.
    Instructor – Bueno vas a ir con Fede, el va a ir diciéndote las cosas y Maxi va a se el conductor. Atate esto en el pie, es de la tabla. Acordate muy bien lo que te dije ¿Dale?
    Yo – Sí, sí. Tranquilo.
    Ya en el agua me agarró el julepe. No tenía ni idea que hacer. Pero bueno arrancó la lancha y le grité a José que no estaba muy seguro de hacer eso, pero al parecer el ruido tapó lo que le dije. El se limitó a levantar el pulgar y sonreír. Empezamos a andar y más o menos la piloteaba, empezó muy despacio, pero cuando salimos al río agarró velocidad. Era muy difícil agarrar la manija que me había dicho, me resbalaba como un grande, no había sujetado bien mis lentes y se me volaron, por lo tanto no veía nada. Luego escucho algo a lo lejos ahora hace lo que dijo José. Acto seguido salgo volando por el aire con la tabla enganchada en mi pie. El terror corría por mi cuerpo. Luego la zambullida. Con estilo bien hecha, puse las manos adelante las junté y… Bueno está bien un panzazo tan lindo. Decí que tenía el traje. Me dolía todo. Me sacan del agua, unas manos suaves, pelo largo y me llevan a la orilla. Entreabro los ojos y la veo, sí era ella, la morocha. Escucho una voz no tan femenina. ¿Estás bien? Me pregunta. Cuando me doy cuenta era Maxi, que me sacó. El señor papelón. En fin, mi primer día de esquí náutico. Algún día lo voy a hacer de vuelta. Pero en la otra punta del mundo.

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  14. Otro dia de lluvia en villa crespo, parada en la puerta del edificio veo como el viento mueve las ramas del viejo arbol, por la calle las personas ponen contra el viento los paraguas para no mojarse, en vano porque el agua cae por todas partes. A los diez minutos siento agua en mis piez descalsos, la calle lateral ya estaba anegada y venia subiendo por la de mi casa, solo llego a mis tobillos, la lluvia ceso y la inundacion paro, miro al cielo y los rayos del sol empezaban a asomar entre las nubes. Ese dia no iba a jugar en el agua.

    Canals, Sofia

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